On February 28th, participants of the ArtE project premièred  „Historia de una escalera“ (Story of a staircase) by Antonio Buero Vallejo, in Sant Pere Apòstol theatre. Despite the difficulties generated by the isolation of two participants due to contact with Covid-19 cases, the team adapted to the changing circumstances and went on with the show, with great success.

Two days before the great day, Aboubacar took Mame’s role, while our theatre pedagogue Alícia prepared to perform Usaman’s character during Sunday morning, when the last minute information was received.

The general rehearsal was a good opportunity to test the show in front of a reduced number of familiar audience: collaborators, family members, former educators and some close friends supported participants with their feedback.

After a nice lunch prepared by the students of Fundació Comtal’s cooking course, ArtE participants reviewed the most complex parts of the text, prayed, meditated and relaxed for a while before the première. Devoting time to concentration was key for a successful performance.

The première was finally attended in-person by 30 people from educational institutions, foundations, public organisations and participants’ closest circles. Simultaneously, over 60 people including family, friends and partners were able to follow the event on streaming from different parts of the world. Acting in front of all of them, and especially for the two participants that had to stay at home, was perceived as a motivating factor, so the première resulted to be an outstanding success.

El 28 de febrero, los participantes del proyecto ArtE estrenaron Historia de una escalera, de Antonio Buero Vallejo, en el teatro Sant Pere Apòstol. A pesar de las dificultades generadas por la situación de aislamiento de dos participantes debido a contactos con casos de Covid-19, el equipo se adaptó a las circunstancias cambiantes y siguió adelante con el espectáculo, que fue un gran éxito.

Dos días antes del gran día Aboubacar tuvo que adoptar el papel de Mame y, el mismo domingo por la mañana, cuando llegó la noticia del segundo confinamiento, nuestra pedagoga Alícia sustituyó a Usaman.

El ensayo general fue una buena oportunidad para probar el espectáculo delante de un público reducido y cercano: colaboradores, familiares, amigos y educadores de años anteriores ayudaron a los participantes con sus críticas.

Tras un buen almuerzo preparado por los estudiantes de cocina de la Fundació Comtal, los participantes de ArtE repasaron las partes más complejas del texto, rezaron, meditaron y se relajaron un rato antes del estreno. Dedicar tiempo a la concentración fue una de las claves del éxito.

Finalmente asistieron presencialmente al estreno 30 personas de instituciones educativas, fundaciones, entidades públicas y círculos cercanos a los participantes. Simultáneamente, más de 60 personas (incluyendo familia, amigos y socios) pudieron seguir el evento en directo desde distintas partes del mundo. Actuar en frente de todos ellos, especialmente de los dos compañeros que tuvieron que quedarse en casa, fue percibido como un elemento motivador, de forma que el estreno resultó ser un éxito rotundo.